La imaginación del señor Puigdemont, lleva volando a algún paraíso ilusorio desde hace ya un tiempo… en su cabeza tiene la imagen de estar encerrado en algún tugurio donde se ve pasando allí su maltrecha situación y por consecuencia, lugar donde también disfruta de sí mismo y de sus imaginaciones fantasiosas, todo al mas auténtico estilo Roldán.
Sudamérica es la gran apuesta de Puigdemont, hacer rabiar a Rajoy un ratito, será para el presidente del Gobierno como las cosquillas que se le hacen a un bebé cuando uno juega con el. Por desgracia para Puigdemont, estos párrafos no se volverán realidad, está fuera de plazo.

Desde luego en Bruselas no lo quiere nadie, ni si quiera su tan famoso abogado «fabrica sueños» que se difuminan con la realidad de la legislación y los tiempos actuales de la Unión Europea.
Puigdemont pasará el poco tiempo que le queda semi-escondido, mientras tanto el Gobierno va ultimando y preparando las elecciones del 21 de diciembre para aplicar el plan de contingencia que ya lleva preparado hace un tiempo, así se podrá aplicar el 155 mas profundamente y mitigar así, el ansia independentista.
Sus pobres «compañeros de guerra» caerán en las fauces de la justicia española y serán castigados y acalladas sus bocas en menos que canta un gallo.
Por otra parte, el señor Puigdemont acabará siendo apresado después de las elecciones de diciembre, la cabeza se le corta a la serpiente después y no antes de las elecciones, mientras tanto, en los pasillos de la inteligencia, ya esta pactado que agencia se llevará el tanto, así se aprovechará para devolver algún favor gordo a otro país.
¿Quién gana? el Estado, sus instituciones y por supuesto la imagen de Rajoy sale muy reforzada.