El día en que eres capaz de sentir, tocar, ver y vivir el punto de inflexión en la política, puede transformarse en un autentico monstruo o una auténtica luz divina.
Reflexiones que se encargan de inundar tu mente bajo el espectro de la oscuridad escondida bajo los fondos invisibles de ciertas cortinas de humo que son visibles por quien tiene la llave del cajón de la luz.
Es incomprensible para ciertas almas, la comprensión del propio ser ¿cómo es posible un entendimiento de un mecanismo que te conoce tres veces más a ti que a lo que tú intentas entender o comprenderte?.
En la imaginación de algunos, existe una utopía, sin tener en cuenta el haz de una vertiente inexorable por la actitud subrepticia de ciertos pensamientos esclavos de un ser apabullante en su maldad y su amargo sabor al quehacer inmerso o empapado en un halo de magia intrínseca de la bondad.
Por consiguiente, el alma, cabizbaja diluye su misma esencia en lo que pudiera ser algo imposible de percibir para alguien que camina en el propio sistema, sistema creado por el saber elitista de los clanes de la oscuridad perpetua.
Cierto grado de inmadurez en una mente poco reflexiva, pueden conllevarte a un camino de sombras llevado u atraído por el ente de la ignorancia, ¡cierto es! que la ignorancia es atrevida, pero no es atrevida por consciencia, sino por obligación de ciertos sistemas de opacidad u ocultismo que intentan sembrar el terror en las almas de los hombres.
Con la profundidad del pensamiento y la poesía como método de interpretación de la filosofía humanista, es quizás el mejor camino para continuar la estela de lo que muchos grandes polímatas construyeron y que por supuesto hay que continuar sus obras maestras.
La ingratitud percibida por seres inferiores es a menudo transformada en una política llena de sufrimiento y horrores, es de reseñar, que las letras de un libro hacen transformar, meditar o incluso colorear una ingratitud que se podrá trasladar al fondo de un horizonte incoloro.
En cierta forma, la inteligencia en su profundidad puede ser aplicada a un grado superior nunca visto, pero para que ello surja, se necesitará de un big-bang compuesto por uno, dos, tres o cuatro… contenedores de conocimiento que exploten entre sí y que a su vez se mimeticen en uno solo. ¡Todo! diria uno o ¡Todo! diria otro que aun sabe que ese ¡Todo! nunca llegará a completarse.
Bajo las teclas de un piano, mi propia sombra reconoce una sonrisa en ella misma, se ríe a carcajadas de mi mismo de los demás y de todo lo que me rodea, es esa sonrisa, la que realmente nunca veras si no haces el esfuerzo de encontrarla, una vez hallada, este unificador de letras que se transforman en palabras, no te dirá lo que encontrarás, pero si te dirá que sabrás lo que viene después, ¿parar o avanzar?.
El miedo en un solo ser, es posible que sea paralizado por uno mismo, pero no podrá ser congelado sino derretido por varios a la vez.
Penúltimo peldaño, de lo que puede ser un nuevo sentido lleno o vacío de contradicciones, solo sabías que la desaparición de tu ser, será introducida en «algo», un «algo» que no tiene nombre, que no tiene forma, que no tiene sentido, un «algo» que jamás podrás saber, porque ese «algo» no se puede desvelar ni se puede comprender, tu propio ser, la propia vida y tu propia existencia no están hechas ni preparadas para oír, ver, saborear, sentir u oler dicho «algo».
El peldaño final, te hará libre de toda creación humana.